Inicialmente se dirigen a la superiora Provincial de la congregación, Reverenda Madre Caridad Brader Zhaner y a la Superiora General, reverendísima Madre Sor Maria Ines Danner, para que se dignaran nombrar un grupo de Hermanas Franciscanas  que se pudieran desplazar hasta la población de Almaguer con el propósito de impartir la educación de las niñas; en repetidas ocasiones viajaron durante los meses de septiembre, octubre y noviembre de 1926 a la casa madre , acompañados del cura párroco José Antonio Bolaños y el señor alcalde Aurelio Gómez, finalmente se  recibe una noticia favorable y es la aceptación de encomendar a las hermanas franciscanas el inicio de una enseñanza primaria para las niñas de la región.

 

El plantel se inició con la Escuela Primaria, ya para el 13 del mismo mes se daba principio a las labores académicas, dos años después se implementó la Escuela Secundaria con los grados 1º, 2º y 3º; las directoras del plantel establecen la creación de un internado para alumnas de apartadas regiones y bajos recursos económicos; el cual funcionó hasta el año 2000, época en que las Hermanas Franciscanas deciden terminar con este servicio.​

 

En la década del 40 se impulsa la creación de las Escuelas Normales Rurales, las cuales debían cumplir con un papel preponderante en la formación de los maestros en las zonas más apartadas de la geografía colombiana, en el departamento del Cauca se inicia la creación de estas Normales Rurales en el año 1945; es entonces cuando empieza  a funcionar la Normal Rural de Almaguer, aprobada mediante Resolución 1322 de 28 de julio de 1948.

 

En la década de los 60 se da una nueva reforma para las Escuelas Normales, que consiste en ampliar en dos años más la formación normalista, por lo tanto a partir de 1962 se incrementan los dos años  de estudio  y se otorga el título de Maestra Superior, la normal Santa Clara de Almaguer es aprobada en  1976 mediante la  Resolución 2144 del 12 de mayo, y el titulo de Maestra Superior se dará hasta el año de 1977.

 

En 1982 la Institución Santa Clara fue visitada por supervisores nacionales, quienes dieron su aprobación por Resolución 13012 del 23 de julio de 1982 y a partir de 1983 hasta 1997 se otorgó el título de Bachiller Pedagógico.

 

Con la expedición de la Ley General de Educación (1994) se  establece la reforma a las Escuelas Normales, la cual consiste en la ampliación del nivel de educación media  vocacional en dos años, grados doce y trece, expedición del título de Normalista Superior al finalizar y aprobar el grado trece, con opciones de énfasis en su formación, suscribiendo convenios con las universidades que tengan Facultades de Educación y sometidas a procesos de acreditación periódicamente (inicialmente cada cinco años).

 

La Normal santa Clara asume este proceso, con la participación activa de todos los estamentos que conforman la Comunidad Educativa, para cumplir con los requisitos exigidos se hace el convenio con la Universidad Mariana de Pasto; una vez enviados al Ministerio de Educación Nacional  todos los requerimientos exigidos, se logra acceder a la acreditación previa, según resolución  3680 del 9 de diciembre de 1998, emanada del Ministerio de Educación Nacional; a partir de este momento la Normal cambió su razón social y pasa de Normal Nacional de Señoritas Santa Clara a la nueva denominación ESCUELA NORMAL SUPERIOR SANTA CLARA y se convierte en una institución de carácter mixto.

Posteriormente se afronta el proceso  de acreditación de calidad y desarrollo (año 2002), donde se hace énfasis en la importancia que debe dársele a la investigación tanto del futuro maestro como de los que están ejercicio, eso implica unas nuevas concepciones didácticas y metodológicas para la formación del maestro,

 

En el año 2003 se asiste a una nueva etapa de la historia de la Normal y es la desvinculación de la Comunidad Religiosa de la vida institucional, a partir de ese momento el destino del colegio pasa a manos de los laicos, pero es bueno dejar claro que eso no implicó que la filosofía y los principios institucionales se reformaran o cambiaran, al contrario se hizo un reforzamiento de los mismos y son los que se mantienen hasta la actualidad.

 

Unos años después, se da el proceso de renovación de calidad (año 2010) donde cada Escuela Normal debió responder a trece condiciones de calidad, estipuladas en el decreto 4790 de 2008, emanado del Ministerio de Educación Nacional, proceso que se alcanza satisfactoriamente y se acredita a la normal mediante resolución número  10380 del 10 de noviembre 2010.  Para el año 2018 nuevamente las Escuelas Normales serán sometidas a las visitas de los pares académicos y demostrar una vez más que su trabajo formativo responde a los requerimientos que demanda la contemporaneidad en los diferentes campos tales como los valores, las competencias, la convivencia, la ciudadanía, la responsabilidad ambiental entre otros, y donde se vislumbre el trabajo de toda la comunidad educativa en aras de ofrecer una educación de calidad, inclusiva y pertinente para las nuevas generaciones de hombres y mujeres que construirán un nuevo país y una nueva sociedad.

 

El momento actual es crucial para las instituciones educativas por cuanto se establece que el futuro del país está precisamente en la calidad educativa que se brinde a los niños, niñas y jóvenes de hoy; este compromiso recae con mayor fuerza en las instituciones formadoras de maestros, porque se está convocando a formar un maestro con un nuevo perfil profesional, el cual está llamado a ser un actor primordial en la renovación educativa que exige el mundo de hoy, por lo tanto su trabajo no puede limitarse al simple hecho de dictar clases, su papel es de ser un gestor de cambios y para lograrlo es necesario que se apropie de un acervo académico de la más alta calidad que lo posicione como un verdadero profesional de la educación y por lo tanto sea capaz de colocar en juego sus conocimientos y competencias para asumir una tarea comprometida con la escuela, la comunidad y las futuras generaciones de niños, niñas y jóvenes que requieren formarse para el nuevo país, es decir se hace necesario entender que los procesos educativos centrados en la memorización y el aprendizaje por transmisión requieren de un replanteamiento hacia la búsqueda de una pedagogía que supere la excesiva enseñanza, los aburridos contenidos, el poco aprendizaje y  el mínimo conocimiento; esta pedagogía deberá apuntar hacia un aprender a pensar, aprender a aprender, aprender a hacer y qué saber hacer con lo aprendido, es decir aprender en y para la vida, que es en últimas el objetivo social de la educación.​

 

Alba Lucia Gómez Benavidez

Coordinadora IE Normal Superior Santa Clara